22.6.06

Un Tema Cliché

¿De qué manera se define que algo es cliché? ¿Cuándo ya se usó mucho? Entonces, los “si” y los “no”, o los “hola” y los “chau”, ¿son cliché?
Qué tema eh.
Con este fanatismo moderno de categorizar todo, de armar un catálogo de cajoncitos con etiqueta que determinan a qué perfil responde cierta cosa, es que me surge esta idea de hablar de los chistes y sus variantes. Cómo llegué a unirlos, no sé, pero aquí va.
Está el chiste fácil, el chiste inteligente, el malo, el que de tan malo es bueno, el ocurrente y hay un tipo de chiste que puede ser cualquiera de todos estos pero que, sea cual fuere, siempre da risa: el chiste situacional. Ese que termina por depender, como un aro de una oreja agujereada, del contexto. Ese que después uno lo cuenta y se siente ridículo, nadie se ríe, todos se miran y te miran esperando que continúes cuando en realidad ya terminó. Son esa clase de chistes que son perfectos para el momento. Y uno no aprende. Te sigue pasando que querés contar algo que alguien dijo en determinada situación, algo excesivamente gracioso al punto de descubrirte en una carcajada papelonezca y exagerada, y te mandás. Hacés la mímica de la situación, contás quiénes estaban, la ubicación de cada uno de los presentes, todo, rapidito para no aburrir y la cerrás casi tentado pensando `ya viene, ya viene, ya se ríen¨, y nada. El gesto de “y?” sigue congelado en los oyentes. O peor aún, se ríen con un falso “ja ja” cerrando con la frase “qué personaje sos”.
Otro tipo de chiste situacional es el fácil pero bien usado, en el momento y lugar indicado, ese que no corta momentos ni crea climas sino que invade y antes de que te des cuenta se fue. Cortito, al pie y que siga el baile.




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Después hay un fenómeno interesante que es el chiste malo que de tan malo es bueno. Es malísimo pero la gente no puede creer lo tonto que es y se ríe del chiste, de vos y de sí mismos al descubrirse riendo de semejante estupidez. Ese está de moda. Ahora dicen “mientras más tonto más inteligente es”. ¿Será así con las personas también? “Es tan pero tan estúpido que es inteligentísimo”. “Es tan pero tan feo que es lindo”. O al revés, “es tan pero tan rico que es vomitivo”.
Hay como cierta necesidad de encontrarle nuevas categorías a las cosas. Como si las que existen no alcanzaran, no fueran suficientes. Ahora no es un “loquito”, es otra cosa, es un “freak”. Ahora no es un “vago” es un “colgado”. Por supuesto, todo sigue dependiendo del contexto en el que uno se mueva; no creo que se puedan escuchar este tipo de términos en una abuela o un convento: -“Che, esa monja nueva es medio freak, no?”. – “No, lo que pasa que es una colgada”.
De esta manera, queda demostrado que todo termina por depender del contexto, es decir, lo realmente bueno, gracioso, ocurrente, divertido es la excelente pareja que hacen el cómo y el dónde. Es como saber con qué velocidad y en qué momento iniciar un aplauso multitudinario.
Esto para los que gustan de los chistes malos y fáciles. No cambien de chiste, cambien de oyentes. Yo, por eso, cada dos años cambio de trabajo.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Otro interesante analisis del tema en un blog amigo:
http://algundiatodoestoseratuyo.blogspot.com/2006/06/los-que-cuentan-siempre-el-mismo.html