23.4.08

Un poco más de nada.

"Qué ganas de escribir que tengo... Qué ganas de escribir que tengo... ", pensaba anoche. Y como siempre me recuerdo que la mejor manera de vencer una hoja en blanco es escribiendo lo primero que venga a la mente, Im on it.
A lo largo de estos días se me han venido a la mente varios temas para escribir un post. De hecho, no se me ocurrieron, más bien se me presentaron.
Uno era el de Cuba y ya lo escribí. Otro era algo sarcástico con el tema de la carne pero me olvidé. Y el más reciente es el del tema de la sabiduría. Pensaba en eso. Y... no sé. Es algo tan obvio que la sabiduría aparece solamente con la ayuda del tiempo, que parece increíble que sigamos siendo tan impacientes. Pero no importa, yo lo sé y sigo siendo igual de impaciente sino más cada día. Creo que eso habla de una parte de mí que quiero mantener intacta, aunque sea una parte pequeña, no lo sé: la inmadurez. No quiero que la adultez se me apodere. Le estoy dando batalla, pasamos al alargue pero ahora estamos en los penales. Llegó la hora? La hora de la verdad? Mmmm, no, no, no creo. Además, si llegó la hora no me esperen. Tengo la maldita costumbre de llegar siempre tarde.

18.4.08

La visa que no es de crédito

Hoy los argentinos me dieron asco. Por un rato nomás, pero asco en serio. Bah, no sé si fue asco o vergüenza, todavía no lo descifré. Estaba ahí senatda con el número 194 e iban por el 134. Bueno, al menos estaba sentada y en primera fila que no es un dato menor porque esa ubicación fue la que me permitió escuchar las historias de las personas que querían conseguir una visa para los estados unidos (sí, con minúscula, en mi vida pocas cosas van con mayúsucla, nada personal.) Ustedes no saben el tonito moderado y educado y excesivamente chupaculos que la gente ponía cuando hablaba de que tenía una zapatería, 5 locales y doce empleados. Otra vieja diciendo con tono de plegaria - No, porque también le traje el pasaporte de mi marido que a él ya le dieron la visa por diez años y entonces...- el tipo del otro lado de la ventanilla rechazando el pasaporte del marido y haciendo gestos con la mano onda "no me interesa". Todos amables, haciendole chistes al cónsul, como si eso fuera el "pasaporte" a una visa por más años. No sé, estaban todos ahí, tan cagados en las patas, tan solícitos, tan chupamedias malllll, tan opuesto. Bueno, en realidad, estaban haciendose los vivos, cosa que sí es bien argentina. Pero caer tan bajo. Hace falta? Digo, si soy correcto, educado y amable sin chuparle las medias a nadie, vos decís que no me la dan aunque tenga todo en regla? Ta bien, a mí me la dieron porque trabajo en Turner y yo tenía una indignacióon tal antes de que me toque que me dije -Yo ni a palos le chupo las medias a nadie por una visa de mierda que además qué me importa si no me la dan??!! Como si irse allá fuera el paraíso???-. Y me tocó pasar.
No me hice la mala, pero tampoco me preguntaron nada así que pude mantener mis convicciones intactas con visa adentro y todo. Qué fácil es hablar cuando tu lugar es privileagiado, no?

14.4.08

El oficio de ser Cubano

Fue hace como un mes pero tenía que dejar precendente en mi testigo internetero. Estuve en Cuba.
El señor de la foto es Lázaro. Un hombre que nos encontramos caminando por el Malecón de La Habana. Toca el trombón y lo convencimos de que nos lleve a conocer "La Habana de verdad". Su barrio, su casa, su vida. Todo fue increíble, nos subimos a un taxi y anduvimos bastante. Todo ese rato una adrenalina invadía mi mente. No sabía si había hecho bien o mal en subirme a ese taxi con dos cubanos sin destino conocido. Todo salió bien. Llegamos, recorrimos, preguntamos todo, tuvimos respuestas de todo. El discurso de Lázaro se iba oscureciendo cada vez más. Hablaba de su presente con normalidad, casi contento y con el pasar de las horas la resignación invadió su mirada. La tiñó y ya no hubo manera de modificarla. Esa era la idea, que nos muestre la hilacha. Estuvimos desde antes del mediodía hasta las casi ocho de la noche con él en su casa y ya nada era igual a cuando nos encontramos.
El oficio de ser cubano: llevarte a recorrer a cambio de: dos rones, galletitas Merengadas para el hijo, cigarrillos para él, helado para la mujer, cervezas para la cuñada, 20 cuc (24 dólares, sí, carísimo) para el amigo que nos hizo de remis de vuelta y "una ayudita para comprarse una cama decente para dormir con mi mujer". Estás ahí. Tenés que estar ahí para darte cuenta de cómo te están viviendo (porque te das cuenta) y seguir queriendo quedarte ahí con ellos, viéndolos, escuchándolos, pidiéndote sin pedir, haciendo que quieras dárselo. Los cubanos le pasan el trapo a la viveza de los argentinos. Sépanlo.

1.4.08

Llegué al 2008!

Cómo se preocupa la gente cuando uno cumple 30 años. Se compadecen, se jactan de su juventud. Es divertido. Igual, 30 años es mucho tiempo. No sé si de vida, qué se yo. Pero sí para esperar algo por ejemplo. 'Bancame, treinta añitos y toy.' Un vino ponele, o un whisky. Un auto que tiene 30 años ya no da más. 30 años de historia. Qué tema no? Claro, todo depende de a qué se le apliquen los conceptos. El contexto, la materia, eso es fundamental. Igual, yo me pongo crema todos los días, trato de tomar toda el agua que pueda, me niego a tomar actimel y cada tanto me clavo un te verde que dicen que es antioxidante. No pienso ir al mecánico, no pienso hacerme chapa y pintura. No pienso hacerme cirugías. A lo sumo una tintura cada tanto, que todavía no lo hice nunca. Me gusta haber guardado cosas para poder experimenetar cosas todavía a esta edad. Me quedan la de la tintura y robar un banco. El que quiera participar, vaya pensando que en treinta añitos más estoy con ustedes.