28.11.12

P.D: Pensalo.


Qué es conocer a otra persona?
Es saber su color favorito, su comida y número preferido? Es saber sus gustos en la ropa o en la cama? Yo diría que es, más bien o también, conocer su historia, sus reacciones, sus ambiciones, sus sueños posibles e imposibles, sus deseos más ocultos, sus planes. No sé. Cómo sabe uno que conoce más o menos a alguien? Es saber qué lo atormenta en las noches de nostalgia?
Es difícil conocer a alguien. Para que eso suceda el otro a conocer tiene que querer. Hay que pasar tiempo con el otro. Explorar su mente, su cuerpo, sus gestos. Y sí, hay que tomar nota. Nota mental. Siempre y cuando le interese, uno toma notas mentales. “Le gusta el color azul.” Qué se yo.
A cuánta gente le pasa que quiere sin conocer tanto. Y a cuánta que deja de querer al conocer a alguien. Es posible que ante determinadas situaciones que se presentan, solo con el pasar del tiempo, uno descubra que no era lo que uno pensaba. O sí, o tal vez es exactamente lo que se pensaba pero deja de cerrar, deja de interesar, tal vez porque cambiaron los intereses de uno.
Y qué se hace? Algunos tomarán decisiones apresuradas. Otros demorarán decisiones. La verdad es que es difícil porque está en cada uno. Y si no conocés mucho a la persona que tenés al lado no sabes hacia dónde va a disparar.
También es conocer sus silencios, sus tiempos en las cosas. En las peleas, en los enojos individuales, en las rabietas laborales y familiares. Es saber cuándo meterse, cuando frenar sus pensamientos y cuándo dejarlo ser. Seguimos, no es tarea fácil. Además, tiene mucho, tanto que ver cuánto se conoce esa persona a sí misma, eso es fundamental. Porque a veces uno funciona como ente revelador del otro. Al verse reflejado, al uno darle una devolución de lo que se percibe cuando habla, cuando dice lo que piensa, cuando actúa, cuando está frente a otros. Es un trabajo. Hay que tener ganas. Hay que poner ganas. Y las ganas tienen tanto que ver con el interés y también, por qué no, con el amor en toda su amplia expresión. El amor que le pone una madre en conocer a su hijo. O un padre. Ese tiempo que uno le dedica a detenerse en la otra persona. A preguntar. A pensar y reflexionar sobre las actitudes que ha tenido. Y uno cree que puede, gracias a alguna información recolectada durante cierto tiempo, predecir como reaccionaría ante una sorpresa o ante una tragedia o ante lo que sea. Cuán equivocado está quién cree que puede hacer eso?
Uno puede suponer, basado en teorías o hipótesis pero nunca puede predecir. De hecho, cuando sucede lo que uno pensaba, uno se llena de orgullo de sí mismo, lo celebra: “viste? Qué te dije? Jeh, lo conozco como si lo hubiese parido; yo sé lo que te digo.”

Y esas parejas que se separan después de dos años. Se conocieron? O las que se separan después de veinte años. Veinte!!!! Y en un momento te tiran: “lo desconozco.” Probablemente la persona en cuestión también se desconozca o tal vez desconoce todo su tiempo anterior. O tal vez no, simplemente… cambió. Si uno cambia casi todo el tiempo, lo que pasa es que no se da cuenta. El tema es cuánto acompaña el otro en esos cambios, que en el día a día tal vez son pequeños pero que cuando, un día decidiste parar y hacer un raconto, claro, cambió o, mejor dicho, CAMBIÓ, con mayúsculas.
Es loco. El ser humano es loco. La vida es loca. Rara. Sorpresiva. Raro sería saber que el otro va a reaccionar de tal manera y no pifiarle durante treinta años, o cuarenta. Y hay. Los hay. Esas cosas también pasan.
Y creo que nos gusta decir que conocemos bien a alguien porque es un deseo profundo que uno tiene. Es lindo sentir que uno conoce a alguien bien. Es lindo sentir que alguien te conoce bien.  No sé si hay un sentimiento o sensación que se le acerque. Porque sentir eso es sentir que se han dedicado a uno, detenido, observado, pensado. Y a quién no le gusta eso? Esa sensación derriba montañas, señores. Me atrevo a decir que quien no ha sentido eso no ha vivido lo suficiente. Nada más lindo que reconocerse en sus propias acciones. Nada más lindo que respirarse genuino. Y, dejémonos de joder, nada más lindo que sentirse reconocido.

20.11.12

F.T.A.

Sabía que hacía rato que no escribía en el blog, pero no sabía que hace CUATRO meses que no escribo nada! Cómo se pasan ellos, tan preciados, añorados y odiados, ellos, los segundos. Y de repente, al notar que hace rato que no escribo me doy cuenta de que no fue porque no se me ocurrió nada sino porque no me pude decidir por escribir sobre algo. Tengo unos cuatro o cinco textos en borrador. Borrador quiere decir pasado indefinido? Porque es un borrador pero existe. Existe porque se empezó algo que nunca se terminó. Que nunca se haya terminado podría estar relacionado con el futuro. Calculo que sí. Ahora, hoy leí un subtítulo con la tele en mudo, donde una señora bien mayor, bien entrada en años, le decía a una veinteañera: "El tiempo no existe. Ya te vas a dar cuenta. El tiempo es un presente perpetuo." Wow! o Guau! Qué frase, no?! Me quedé pensando en esa frase y pensaba en la cantidad de cosas que digo que son ambiguas, que valen para varios lados. Que las puedo desdecir o tergiversar porque lo cierto es que la mayoría de las cosas que digo son relativas. Y lo también cierto es que, como no hay verdades absolutas, la vida misma termina siendo una gran subjetividad. Y eso me lleva a pensar en: cuánto de cierto hay en que este blog es un recreo y no me importa que me lean.... Y... lo que pasa es que escribir para mí o que me lean significan cosas diferentes. Este lugar es un recreo para mí. Un desagote. Tengo mis exigencias internas pero no escribo para nadie más que para mí. Porque lo que más me deja esto es el ejercicio de escribir. Sin tácticas, sin técnicas ni estrategias (serán las tres cosas lo mismo?); sino un fluir de palabras en mi cabeza que en este espacio se materializan. Y es realmente fascinante tener un lugar en la red que no me ocupa lugar ni puedo perder y que tengo escritos de hace más de seis años. Me fascina leerme. Me corrijo mentalmente mientras leo, me avergüenzo de cosas estúpidas que escribo, me rio de cosas que pensé. Es como ser un testigo de uno mismo. Las personas que escribimos estamos dejando testigos de cosas que pensamos y los años te van cambiando y te recuerdan quien eras y quien sos actualmente. O tal vez lo coherente que seguís siendo con ciertas cosas o la evolución de ciertos prejuicios. Por eso, la indecisión de seguir explorando ventanas (borradores) en vez de abrir la puerta y salir a jugar, es válida, porque uno quiere leerse en diez años y encontrar cosas cada vez más interesantes, pero... hoy no va a ser el caso. Hoy, abrí la puerta y salí a jugar. Fuck them all.

24.7.12

She´s a sensation

Qué será la sensación, no? Porque no sólo uno no puede explicar la palabra en sí, sino que hay sensaciones inexplicables también. Es una cosa rara eso. Viste cuando te dicen: "tengo una sensación que no puedo explicar." O cuando te pasa. Y a veces es a uno a quien se la quiere explicar. Uno a uno mismo. Qué me pasa. Qué es esto adentro mío. Y pone la sensación a prueba. Diferentes pruebas. Es vulnerabilidad? Es inseguridad? Es miedo? Es que no es lo que creía sino otra cosa? Es la incansable tarea de nunca dejar de preguntarse. Es la necesidad de tener respuestas de todo, aunque más no sean respuestas momentáneas. Claro que, uno en el momento las considera respuestas, señoras respuestas. Y luego, el maravilloso y fucking tiempo te da otra, nueva, a la misma pregunta, y que uno siente más cierta que la anterior. Qué difícil es comprenderse a uno mismo.  Uno tiene que desmenuzarse todo cada vez. Analizarse. Tiene que hacer pasar las sensaciones a través de la razón. Digo, no es lo recomendable pasar TODO por la lógica o la razón, pero ¿quién dijo que el corazón no miente a veces? Viste que todo el mundo te dice "hace lo que te diga tu corazón", y hay miles de expresiones que dicen lo mismo. Ahora, ¿quién determinó que el corazón SIEMPRE dice la verdad? Eso es una premisa de la que nos gusta, y necesitamos, agarrarnos pero yo me atrevo a ponerla en duda o para qué tengo la cabeza sino para desafiar las premisas de las que se nutre la humanidad, a la que pertenezco, claro. No sé, lo dejo así, lo dejo ahí... flotando. Las certezas son raras. Igual que las sensaciones. Muchas veces, sólo sirven mas para despistarnos que para ayudarnos a decidir. Con raras quiero decir que no son fáciles de desmenuzar, de decodificar y sin embargo, qué imprescindibles que nos son, no? Las certezas ni hablar y las sensaciones, qué se yo, son, están existen. Ya veré adónde las ubico, pero siendo pragmática, creo que las sensaciones no son otra cosa que inventos de la cabeza para esquivar cosas. Fuck sensations! Lo dije!

13.6.12

El tamaño

Hay un espacio en mi vida que es limitado, tiene fronteras, límites, como quieran llamarlo y es, a la vez, desconocido durante ciertos momentos de mi vida. No importa su tamaño, SIEMPRE esta full.
Mi cartera.
Por qué me gustan grandes si después me paso media hora buscando algo y en el camino encuentro otra que estaba buscando ayer y me olvido de lo que estaba buscando. Por qué elijo una cartera chica para salir a comer o de bares, salir de noche digamos, y después estoy toooooda la noche sacando y poniendo, sacando y poniendo; que la plata, que los puchos, que el celular, que la manteca de cacao, que el brillo, que dónde mierda puse el encendedor??? yo no tenía unos chicles acá?; y esto sin mencionar que después de la travesía de encontrar algo, nunca la puedo cerrar. Entonces saco los puchos, no, saco el encendedor dejo los puchos; saco la billetera y llevo plata adentro de la cigarrera; no, para qué llevar la cigarrera si es incómoda y me entran pocos puchos, tengo que llevar el paquete de todas formas. La elijo chica y sufro. La elijo grande, y sufro.
Hace tantos años que me pasa esto que todavía no puedo creer que no lo haya resuelto de una manera sintética, práctica. Lo he intentado: a ver, Soledad, plata, celular, llaves, puchos y encendedor, no es tan difícil. Lo hago y esa noche mi amiga me dice "ay, no me digas que no trajiste el delineadorrrr, no te puedo creerrrrr!!!" Fumo un pucho y necesito crema para las manos, la NECESITO. Si tengo el desodorante en la cartera no transpiro, si no lo tengo no me quiero ni mover, por las dudas, pero después de dos tragos, me olvide de todo, no puedo evitar bailar y para cuando me quiero dar cuenta le estoy preguntando a la amiga de una conocida de una amiga a la que solo le dije "hola" en toda la noche: "por casualidad tenés desodorante?" Para mi suerte me responde que sí! "Sí, pero es a bolilla, no lo presto." Ah. Ahí empiezo a pensar un plan macabro para hurtarle la cartera por unos minutos. No, cualquiera, obvio que se va a dar cuenta. Ya sé, la invito unos tragos hasta que se olvide de las enfermedades que cree que puede contagiarse, o no sé, lo que sea que le de asco. Podría empezar convidándole de mi whiskey y, como quien no quiere la cosa, le voy contando que me depilo las axilas todas las semanas, que soy obsesiva de la depilación, que hace dos años que me hice la definitiva y eso me mantiene las axilas reeee limpias, no sé, ir metiéndola en tema... sutilmente, como verán. Y todo esto por qué? Porque no puse el desodorante en la cartera chica, porque no entraba. La próxima me vengo con la grande y la mierda.
Me detuve a pensar en el tiempo que pierdo durante el día buscando cosas en mi cartera. Mi epitafio sería "no estoy muerta, estoy buscando algo en mi cartera." Porque en verdad es lo mismo. En ese momento y hasta que no encuentre lo que estoy buscando desesperadamente en la cartera, estoy muerta, no existo, puedo responder algo que me esten diciendo, pero en realidad no estoy respondiendo, no estoy escuchando, no NADA, quiero el encendedor YA! Y el placer de encontrarlo, aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah. Es renovador, una vuelve a la vida. Yo he desarrollado una técnica: poner la manteca de cacao, las llaves y los chicles en el bolsillo donde va el celular. Y si no está ahí, me lo olvidé. Ya está, no lo traje. Estoy segura, me lo olvidé. Así que empiezo a pensar en soluciones. Paso por el kiosco a comprar chicles; me quedé afuera de casa; y me humedezco los labios con la lengua todo el tiempo porque SÉ que no tengo la manteca de cacao. He llegado a estar segura de que la traje y la busco, la busco, revuelvo. A veces lo encuentro aún teniendo la certeza de no haberlo traído y es ahí donde me cuestiono cuántas veces discuto algo de lo que creo estar segura y cuántas de esas no tengo razón. Pienso en mi terquedad, en mi nivel de soberbia. Pensar mucho me hace dar ganas de fumar. Busco los puchos. No encuentro el encendedor. Pero primero quiero la manteca de cacao. Miro a ver si alguien que pasa por al lado mío tiene pinta de tener fuego. Nada. Sigo buscando.Estas son las etapas:
1. Meto la mano a ciegas, busco al tacto. Saco un tampón.
2. Miro y revuelvo al azar, paso la mano por los recovecos. Encuentro el encendedor y lo meto en el bolsillo del la cartera para encontrarlo mas rapido next time.
3. Agarro el celular y me doy luz en ese universo de cosas que no sé para qué traigo.
4. doy vuelta la cartera sacada y la gente cree que estoy enojada, desencajada, histérica, nerviosa y todo el resto de sinónimos.
5. Lo estoy. Pero sé que está y lo voy a encontrar.
Y sí, a veces encuentro todo al toque y es una felicidad. Eso es la felicidad también para mí:
1. mirar el resumen de la tarjeta y enterarme que ya no tengo más cuotas para pagar.
2. encontrar algo al toque dentro de mi cartera.

Cómo me gusta complicarme la vida, no? Para qué mierda pago en cuotas si tanto me molesta? Para qué pongo tantas cosas en la cartera? Para qué uso carteras grandes o demasiado chicas o medianas? Me gusta buscar?
No, lo pienso más bien como: me genero mis pequeños momentos de felicidad. Eso es independencia del sistema, carajo!

16.2.12

Mirá!

Cuántas hay? Cuántas son? Qué son? No sé. No sé si quiero saber tanto. No sé si quiero saber su constitución física y científica. En realidad, sí sé, no quiero saber mucho más allá de sus nombres. Con ustedes: las estrellas y yo.
Tenemos una relación de ignorancia mutua adrede pero sólo visible para quién no presta atención. Porque la verdad es que cada vez que miro hacia arriba y las veo, para mí están, siempre. Son como una especie de astro totalmente honesto, fiel. Si mirás, están, las ves. Igual que la luna. No, no están siempre que mirás porque a veces hay nubes que tapan. Pero no es que no estén, es que no las ves a causa de las nubes, ellas están ahí, siempre. Para mí me miran, me observan todo el tiempo, es como que soy re importante para ellas y no dejan de prestarme atención y cuando no lo están haciendo no es por ellas es por culpa de las benditas nubes. Ahora, es una elección de ellas "estar siempre"? Más que una elección vendría a ser una condición de su existencia lo cual hace que no es que SEAN fieles sino que uno les transforma su condición en fidelidad. Eso lo hacemos todo el tiempo. Le adjudicamos a las cosas adjetivos que en realidad deseamos que tengan y como no pueden respondernos ni protestar porque son cosas, así como determinamos que son, son. Digo yo, no es eso de lo que se trata un poco esto de existir? Nombrar o determinar cómo es el mundo para nosotros y ponerle nombres o etiquetas a las cosas, vivencias y sensaciones, y cambiárselo cada vez que una experiencia nos marca, nos tajea, nos revive o refresca?
Saben qué quiere decir eso? Que si yo digo que las estrellas están ahí para mí siempre que las necesito, ESTÁN AHI PARA MI SIEMPRE QUE LAS NECESITO! Igual que la luna. Sobre todo la luna llena. Le adjudiqué a la luna llena algo, no sé qué todavía. Pero la miro y me hipnotiza y me genera a veces nostalgia, a veces unión, me genera de todo, porque necesito que me lo genere, porque me gusta, porque me hace bien o mal. Es el poder de la imaginación lo que termina gobernándonos, fucking poder! Para bien y para mal.
Ahora, qué carajo tiene que ver todo esto con la banalidad de unas medias con estrellitas? O con las estrellitas que prendemos en Navidad? No sé. O con "las estrellas de Hollywood", tampoco sé. El brillo? Esa obligación que tienen estos laburadores de películas de brillar? Son "estrellas" de cine, "tienen" que brillar. Buoh, no sé. Esa es la maravillosa capacidad del ser humano de transformar una banalidad en algo místico, profundo y abstracto y, claramente, viceversa. Sobre todo, viceversa. Uy, cierto, soy un ser humano hablando de algo netamente astrológico, por lo tanto científico, y yo diciendo que me son fieles. Y bueeeeeeno, tengo una fascinación por la luna llena en igual proporción que por la contradicción.
Y cierro con una frase que me escribió mi tía en un cuadro que nos pintó a mí y a mi hermana: "Si de noche lloras por el sol, no podrás ver las estrellas..."

9.2.12

New

El olor a nuevo que tienen las cosas, los lugares, las personas que nos son nuevas. Lo nuevo tiene un aspecto de no usado nunca en las cosas y, sin embargo, en el fondo todos sabemos que pasó por un montón de manos y máquinas y todo eso... PERO lo acabamos de comprar y ES NUEVO. Los lugares nuevos, nuevos para nuestros sentidos y sentimientos, nuevas sensaciones dentro de uno. Nuevo. Nuevo bueno y nuevo malo. Hay realmente un algo nuevo que pueda ser "malo"? Porque al ser nuevo quiere decir que estamos experimentando algo que nunca antes. Eso, según mi cerebro, debería sumar. Digo, puede que se lo pruebe y no se lo desee más, no? Pero no deja de ser una experiencia más. La experiencia no puede más que sumar. No desear reincidir en eso que era nuevo y ya no lo es, puede pasar, pero ya se tiene una opinión formada sobre eso. Opinión impulsiva, apresurada tal vez en el peor de los casos, pero es como que ya te conocés más. Qué puede haber de malo en eso? Puede que eso que probaste sea nuevo pero nocivo y te guste. Sí, puede ser. Claro que puede ser. Pero de todas formas ya está, ya lo probaste. Ya sabés algo más. Y ahora toca aprender cómo salir, que también sería nuevo. Y si eso pasa muchas veces? Si volvemos a caer? A tropezar siempre con la misma piedra? Bueno. Acaso no es obvio? En cada intento hay algo nuevo. Y ahí está otra vez ese olor, esa sensación. También estea esa frustración conocida por la repetición del tropiezo pero déjenme decir que uno siente que hizo lo mismo otra vez, "ups, I did it again", y está sintiendo mal. Es imposible que sea lo mismo; sí, sí, imposible. Porque la frustración que generan esas reiteradas caídas en lo que sentimos como el "mismo" lugar es la que, hasta por ahí por cansancio o hartazgo, nos "obliga" a volver a intentar. Cuántas veces? Y, depende de la terquedad o necedad, que ya es más individual.
A veces pasa que esa experiencia nueva que se suma y que le suma a uno en sus gustos abre una puerta hacia otras cosas. Pero una puerta de qué tipo? Bueno, el tamaño de la puerta, claro, está en la capacidad de visión que se pueda tener y la amplitud de percepción y negación. Pero, podría jurar que hasta la negación suma. En la vida hay que sumar, sumar, sumar y parar. Y elegir con qué quedarse. El tamaño de la puerta en primera instancia no importa. Importa que apareció una puerta. Si hace mucho tiempo que no sumás, is fucking time to, darling! Si hace mucho que no parás, lo mismo: es hora. Cuándo parar? Cuánto sumar? Y... no lo sé. Pero son un "must" en la vida y son como el "pido" en la escondida, que está ahí, al absoluto servicio nuestro, pero nunca dejará de ser opción de uno usarlo o abusar de él. Tarea de uno arrancar. Tarea de uno parar. Tarea de uno reflexionar y quedarse con algunas cosas y desechar otras. Y sí, árdua la tarea de vivir. Pero no por árdua es trágica. La comparación es necesaria sino todo nos daría igual y ahí si ya, realmente, se complica. Pero se complica por la simplicidad, por lo chato de que sea, sepa o luzca todo igual. Por eso necesitamos provocarnos cosas nuevas, para sentir que nos movemos y al movernos, sin dudas, aprendemos.
Ahora se dan cuenta por qué me gusta tanto ir de shopping??????
Mis argumentos para reivindicar el "ir de shopping", me estoy dando cuenta que son inacabables. Cuánto más se puede intelectualizar algo TAN trivial? Ufff, ni se imaginan, creo que la misma cantidad de veces que pensamos que necesitamos movernos o cambiar y no lo hacemos.

7.1.12

Blackbereanos

Resulta que ahora tengo un teléfono celular que se le dice "smartphone", en adelante "smartphone". Así, imagino yo, empezaría mi mamá, mi papá o tal vez mi abuelo a hablar del ya conocido Blackberry, en adelante "Bb".
Qué onda? Se supone que son inteligentes y los único que hacen es estupidizarme? Ese es el plan? Para mí les dicen "inteligentes" porque te chupan la inteligencia. O sea, a una persona no muy inteligente el Bb le anda medio mal, le dura poco la batería, los mensajitos andan cuando quieren, o me pasa sólo a mí y a Karina Olga?
Busquemos otra teoría que esa no me conviene. Y, además, es más divertido.
Tal vez se les dice inteligente porque como que te domestica, viste. Mandás un mensaje por blackberry messenger y tenés cinco instancias hasta que el mensaje llega (seh, CINCO, la podés creer?). El radarcito/antena es un "por favor, espere, estamos procesando su operación"; el relojito colorado es "parece que hay algunos problemitas"; el tilde te dice "ok, parece que se arregló"; la "D" sería un "listo, su operación se realizó exitosamente", y uno se siente exitoso pero no antes de que aparezca la "R", y la R no aparece. Esa "D" que dura mucho rato es "nosotros lo entregamos, ya no podemos hacer nada" o, en su defecto, un "si tu destinatario está re colgado no es nuestra culpa". Por otro lado está el que recibe, que a veces lo deja en la D porque no tiene ganas de contestar o queremos contestar más tarde y el otro, que lo sabe porque también lo ha hecho, empieza a pensar. Y, entonces ya, el mensajito no es un mensajito y nada más sino lo que hoy llamamos "UN MENSAJE NO RESPONDIDO" Y es toooodo una situación que se genera a través del que manda y no ha sido respondido y, a veces, del que no respondió que sabe que no respondió. Y entramos en la fauna del celularoide medio: el insistente; el que apreta "enter" por cada sílaba; es terriblemente parecido al perfil de los chateadores. Bastante. La gente que contesta rápido en el chat contesta rápido en el celu, podríamos decir? Podriamos. De repente, no me quiero extender tanto en el catálogo de blackbereanos o chateadores. Sino, más bien, en cómo afecta la vida de uno. El otro día estuve cuarenta minutos, como una descarada, en una mesa comiendo mientras intentaba calmar a una amiga que vive en otro país, a punto de casarse y en crisis, vía whatsapp. En el momento lo hice casi, casi naturalmente pero cuando me fui me quedé un poco shockeada de mi propio comportamiento. Y el temita de los cinco estados por los que uno pasa hasta que su mensaje es recibido y leído? Pppf, ni te cuento. Porque con el celular medio que uno mucho no se entera, hay menos exposición. No sabés si le legó, no le llegó, no lo leyó TODAVÍA y todas esas cosas. Ah, porque también podes "compartir ubicación". Mmmmm, qué temita. Yo, que siempre "estoy a cinco cuadras" y llegando tarde, estoy compliqueti.
Como para terminar el post dadaístamente les digo que hoy mezclé dos shampooes en mi mano para lavarme el pelo y no usé crema de enjuague y el pelo me quedó she-nial, lo recomiendo cada tanto. Lo digo para los que no me siguen en twitter.

5.1.12

Depende?

Ya escribí sobre el miedo en particular? (seguro que sí)
El miedo es eso que anda dando vueltas al igual que el tiempo. Están ahí, acechándonos, recordándonos su existencia de las formas más obvias y, a la vez, brillantemente camufladas. Son como grandes estafadores. El tiempo parece estar detenido. El tiempo pasa volando. No es miedo es que hay un final perdido. No es miedo es que hay otras posibilidades. Gente, es todo lo mismo. Incluso el miedo es una cuestión de tiempo. Viste como todo se relaciona con todo al final? Esto me viene a la cabeza a raíz de una conversación que tuve hoy y pensé en hablar de eso. Pero continué preguntándome si necesitaba mencionarlo y me dí cuenta de que no (and I just did it). Porque lo que sea que le estaba pasando a esa persona es los que nos pasó, nos pasa o nos va a pasar a todos. En otro momento, con otros personajes, sí, pero es lo mismo. Es un poco lamentable? Sonará a que tenemos todos una vida aburrida? Y que por más empeño que le pongamos a tener una vida "que valga la pena", todos pasamos por lo mismo, no importa cuántos caminos alternativos elijamos? Vas a vivir el mal de amores, vas a atravesar por el desengaño, te van a salir granos, vas a oler la desilusión, o el enamoramiento, o la felicidad extrema y efímera, o el entusiasmo colectivo y el individual, o la bronca en masa o la esperanza pretenciosa, puf, por todo vamos a pasar todos. Paciencia nada más hace falta. Y no se trata de sentarse a esperar y mirar como llegan, no, se trata de provocarlas también. Tampoco se trata de quedarse quieto para que no pasen, no, tampoco. No hay salida? No, no hay salida. Pero por qué querer una si, en realidad, de eso se trata. De respirar y saborear cada vivencia así como viene. Rica, fea, quemada, a punto, todas, absolutamente todas sirven. Cuánto cuesta entender que no hay decisiones desacertadas. Hay decisiones desacertadas "con el diario del lunes" pero en el momento uno titubea, duda, piensa, piensa piensa, cuál será la MEJOR decisión?, cuál?, cuál? Hoy le dije a una amiga y cuando se lo dije me lo creí hasta yo: "No hay decisiones equivocadas, hay decisiones. Si esa opción elegida es la que va, la que sale de las tripas aunque parezca equivocada y... sigue siendo la que va, qué se le va a hacer. Después uno mira para atrás y reflexiona, pero la señorita "traición" está ahí lista, camuflada y lista para tentarnos a traicionarnos. Está MUY mal traicionarse a uno mismo? Digo, uno siempre cree que si hace tal o cual cosa "se estaría traicionando"? Es REALMENTE así, o es el miedo camuflado de "no tracionarse". No te traiciones, eso no es muy tuyo, vos nunca harías algo así.
No sería lo mismo pensar: "por qué siempre agarro por el mismo lugar?, por qué siempre termino eligiendo eso que me hace sentir que no me traiciono cuando en realidad podría ser algo nuevo, por lo tanto distinto? Digo, dónde empieza la traición a uno mismo? Y dónde el miedo al desafío o la adrenalina de algo nuevo, o la obligación de probar? El miedo a veces se camufla de adrenalina, eso es cuando está a dos días de tomarse vacaciones y se relaja entonces no es miedo, "son nervios". Y entonces? Y entonces depende. La verdad de la verdad es que la palabra "depende" compite muy dignamente con "pero". Dos grandes invenciones o dos grandes verdades. Existen las verdades grandes o sólo existen verdades? Ay, Soledad, "grandes verdades" es una expresión. Sí, y "todo depende" es otra, en diferente plano pero también lo es, y lo cierto es que, tengo noticias: todo MIEDO, es una GRAN VERDAD CAMUFLADA, TODO DEPENDE de dónde ELIJA pararse uno. Hay que pensar y decidir, pero en algún momento hay que decidir, decidir es arriesgar, no se puede vivir con miedo a perder. Vas a perder. Arriesgá tranquilo que también vas a ganar. Esa, para mí, es una GRAN VERDAD.