23.11.09

Ejercicios para ampliar la tolerancia

Voy con la cámara para todos lados. Chocha. Sacando fotos de cualquier cosa a toda hora, total, es gratis. Pero de tanto estar con la cámara empecé a descubrir las desventajas de tal costumbre. Resulta que soy la única del grupo que está con la cámara todo el tiempo. A ver, primero, tener la cámara todo el tiempo significa ocuparse de tener la batería cargada siempre y vaciar la memoria para poder sacar y grabar videos y demás.
Pero resulta que la tarea no termina ahí.

Situación uno: "ay, vos tenés la cámara! Sacá fotos!", "Sacá acá, sacale a esto, sacale a ese edificio!".
No, mi vida. No. Si te olvidaste la cámara no es mi problema. Todavía le hago el favor de sacar la foto y me dice: "ahh, si, salió buena. Pero, a ver, mmmm..." Como desprestigiando la foto. Nena/e! Traé tu cámara y dejame de romper las bolas. Algunos hasta tienen dos cámaras!!! Y no las traen!!! O sacan dos fotos y dicen:'Uhh, no tengo más bateria", "uh, no tengo más espacio". Soy la única pelotuda que hace todo el trabajo y después me fumo a todos diciéndome qué hacer. Al principio todo bien. Pero pasa hace bastante y ya me empezó a molestar. Por qué? Porque la cosa TAMPOCO termina ahí.

Situación dos: "Ay, me tenés que pasar las fotos!" Claro, no sólo las tengo que bajar sino que además me tengo que preocupar de armar un archivo, mandarlas por mail, y por ahí pesan entonces mando ochenta mil mails y todavía después me dicen: "no, no me llegaron!". O te putean porque son chiquitas y no se ve nada. A ver si aclaramos algo: Si querías otro tamaño, otra luz, otra foto HUBIERAS TRAIDO TU CAMARA!!!!!!
Me persiguen por semanas "y las fotos?", "bajaste las fotos?", "cuándo me vas a pasar las fotos?"

Situación tres: Para qué voy a bajar las fotos si no estoy en ninguna porque, claro, saqué todas yo mientras el resto posaba. Los otros quieren las fotos porque les hice un book a cada uno. Obvio.

Situación cuatro: una de las soluciones que encontré a ese pequeño mal humor que me agarra es darles la cámara y que saquen ellos. "Tomá, sacá vos." Pero, qué pasa?, me empiezo a poner nerviosa porque nos levantamos del restaurante y se la olvidan arriba de la mesa, si no la agarro yo la pierdo! Si te presto la cámara porque NO TRAJISTE LA TUYA tené la mínima consideración de no olvidártela, no te parece? Si vas a sacar desde el balcón o un abismo o adentro del agua ponete la cuerda en la muñeca porque se te va a caer y me la vas a tener que pagar como nueva, si es que algún día lográs tener un espacio en tu agotada tarjeta de crédito o cuenta bancaria. O sea, quién pierde? De nuevo yo.

Situación cinco: me canso y ya dejo la batería cargando y me olvido de agarrarla, no? Llega el momento en el que otros quieren sacar fotos y a quién miran? A mí. "Ay, dale foto, foto, foto." No les puedo explicar el volcán interno que contengo cuando escucho: "Ay, nooo, pero cómo que te la olvidaste? No lo puedo creer! Qué lástima! Teniamos que tener una foto de esto! Segura que no la tenés? Buscala bien." Whhaaatttttt????

Así que, he llegado a la conclusión de que la cámara de fotos: primero, es personal; segundo, es como los puchos: si fumás, compratelos y ocupate de tener tu propio encendedor; tercero, no me encargo más de llevarla, ni de cargar la bateria, y si saqué fotos, te doy el cable y la cámara y bajatelas vos!; y cuarto: no te hagas líder de algo que no vas a poder tolerar después.

19.11.09

Zemeckis, un poroto.

Resulta que empecé a ver una nueva serie que me trajo hasta este lugar de nuevo. El blog. El lugar donde uno se hace más preguntas de las que realmente existen. El planteo de la serie es bueno: se paró el mundo por 137 segundos y todos los seres humanos en todo el mundo dejaron de funcionar por ese tiempo y tuvieron un "flashforward" (nombre de la serie), donde vieron la fecha en la que estaba sucediendo y lo que les iba a pasar. Es decir, los tipos estos, todos los del mundo, vieron que en seis meses les iba a pasar tal cosa. Claro, un quilombo porque por ejemplo una mina casada vio que estaba viviendo con otro hombre que ni conoce, cuando se supone que esta "felizmente casada", y se lo cuenta al marido. El marido vio que estaba en un caso, es agente del FBI, y vio fotos, nombres, etc. Peeeero, el marido al saber el flashforward de la mujer empezó con la persecuta y empiezan a estar mal. Ahí es dónde arrancan las preguntas. Si no hubieran tenido el flashforward, estarían mal? O se van a separar A CAUSA del flashforward? Entonces claro, realmente querés saber lo que va a pasar? Y, no, la verdad es que yo no quiero saber que va a pasar. Ahora, otra: saber qué va a pasar te estaría dando la posibilidad de cambiarlo o definitivamente no lo podés cambiar?
También hay gente que no tuvo flashforward. Por ejemplo, una minita cuenta que no tuvo flashforward (en adelante ff porque me cansé de escribirlo), y a los tres días se murió. Claro, no tuvo, porque no iba a estar viva, peeeeero murió en un tiroteo investigando este caso con los del FBI. Es decir, volvemos al tema: es un ff que provoca lo que va a pasar, o es algo que iba a pasar de todos modos?
El deseo de saber lo que viene es bastante estúpido en realidad. Primero, mata el efecto sorpresa, algo fundamental, al menos en mi vida. Segundo, saberlo te habilita a cambiarlo? No lo sé y eso me volvería loca. Y si es justamente algo que no deseás? Porque cuando uno piensa en el futuro, cuando uno lo quiere imaginar, piensa todas cosas que desea, o que quiere lograr. Proyección. Bueno sería tener ff de las opciones que uno tiene, no? Si me compro el azul... (ff), no, mejor me compro el negro (by the way, qué pelotudez pensar tanto en qué color llevarte, digo, un poco está bien, pero taaaaanto?! Y, lo peor, yo lo hago). Creo que deberíamos dejar de gastar tantas energías en pensar donde terminan las cosas. Como le dije al polako: "Terminar van a terminar algún día por causas ajenas a uds. o no, si estás bien, aprovechalo y relajate."
No sé, es complicadísimo en al vida real. Y creo que saber el futuro es algo que no conviene. Como tampoco conviene alcoholizarse y textear (después te querés matar (gracias Peluffo!)).
Hay que proyectar, hay que analizar, sacar cuentas, sí, ok, pero cuando toca, no todos los días de tu vida, porque sino nunca terminás eligiendo ningún rumbo. Si te quedás en el medio, te quedás en la nada misma o peor, en la mediocridad. Elijamos. Con lo que sea, con la cabeza, con el corazón. La vida se hace de errores que a veces terminan en aciertos. A nadie le gusta quedarse varado en un embotellamiento y menos por culpa de otros! Y como estoy fanática del whisky: keep walking!!!

5.11.09

Contratos Implícitos

Existe un contrato implícito cuando hablamos de la edad. Digo, situación que pasó ayer, y que pasa tooodo el tiempo en cualquier parte del mundo. Universal es ésta situación. Era el cumpleaños de uno de los que trabaja en el gimnasio, le dije feliz cumpleaños de pasada (no me cae muy bien), y mi amiga se le queda hablando en el mostrador esperando que le devuelvan su ID. "Ah, es tu cumpleaños? Wow, cuántos cumplís?". Ok, acá empieza todo: "Cuántos creés que cumplo?". Uffff. Me tienen harrrta con esa pregunta! No es obvio que te van a decir menos? A ver? "Emmm, 29?"(les dije), -"No, 39!!", _"oh, wow, no pareces ni a palos de 39. Are you serious?? Please, give me your secret!" Puajjjj. Me desespera esa conversación guionada en cada una de las veces que sucede. Lo que yo hago es decirles más. Así aprenden a no preguntar más "cuantos me das???" Por dios, es increíble que el ser humano se vuelva tan fuckin predecible. Y cuando me pregunten cuantos cumplo voy a decir 22, así disfruto de su cara de sorpresa mientras tratan de enconder el gesto "wow, estás hecha mierda."
Digamos que ésta situación está en la misma lista que:
- hola, venis siempre a este lugar?
- trabajás o estudiás?
- de qué signo sos?
- cuántos me das?

Básicamente, la propuesta: violemos los contratos de ésta índole. Ya es hora.