23.6.06

Te Cambia la Vida

De manera novedosa y sistemática, ahora, todo te cambia la vida. Lavarte el pelo con tal shampoo te cambia la vida. Comer tal yogour te agiliza el tránsito lento y te cambia la vida. Este jabón te cambia toda la piel y adiviná qué: te cambia la vida!!! Las galletitas no se cuanto te arreglan el día y no sé qué analgésico te alarga la vida. Pero, ¿quién dijo que yo quiero cambiar mi vida? ¿Quién dijo que quiero alargarla?! Basta por favor de pensar y desear por mí! Ah, ¿no querés? ¿Tenés el pelo castaño y te encanta tenerlo castaño? Bueno, acá tenés un shampoo que te lo deja más castaño, "para un castaño más castaño!". Pero ¡si yo estoy contenta con mi castaño! Y no estoy orgullosa de mi piel pero tampoco por eso voy a cambiar toda mi vida!

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Me irrita el fanatismo que hay por inducirnos a ser otras personas todo el tiempo. Qué pestañas más largas que tus pestañas, que labios más suaves que tus labios, que se puede ir más al baño de lo que vas. Ya sé que el mundo está repleto de gente mucho mejor que yo, pero ¿tienen que recordármelo todo el tiempo? Además, ya no podés sentarte a mirar televisión con alguien al lado porque viene el corte comercial y te deprimís, y no sólo eso, también te inhibís. Decime si viendo la tanda de comerciales aparece el comercial de esa pasta de dientes que habla del mal aliento, de los dientes más blanco y vos ¿no hacés un repaso mental de cómo está tu sonrisa y `por las dudas no me río más a ver si todavía me quedo mirando la película sola? Es desesperante. Yo casi ya ni miro tele porque, además, el problema es que quiero todo. Quiero el shampoo que haga magia en mi cabello, quiero la crema anti-age que previene arrugas y líneas de expresión, el cepillo de dientes con cerdas recubiertas y super flexible, el jabón con un cuarto de crema humectante y obvio que quiero un desodorante que no manche mi ropa. Y pasa eso. Vas al supermercado y recorriendo las góndolas encontrás ese jabón con crema humectante, y otro que te deja la piel visiblemente más firme, y me llevo el de acción exfoliante y revitalizadora, ¿y el de aroma terapia? Y bueno, mirá si de verdad me cura el stress. En fin, me voy a la caja antes de que encuentre uno que lave, seque y planche. Después llega fin de mes y este es el saldo: cero pesos, siete tipos de jabones, la pasta de dientes anticaries y la blanqueadora, sahumerios traídos de la India, velas aromatizantes elaboradas por Osho y una torta de chocolate, crema, merengue y dulce de leche bajas calorías. Sí, definitivamente, estos productos te cambian la vida.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que sería la vida sin televisión...
Es si que te cambia la vida.

Anónimo dijo...

la vida sin TV nos tendria sin trabajo...

Anónimo dijo...

O quizás nos tendría tabrajando en algo mejor...
En lugar de promocionar cremas o programas de TV que te cambien la vida, simplemente ayudaríamos a que la vida de la gente tenga más sentido.

Aguante el gimnasio productivo.

Anónimo dijo...

A mi el Actimel no me cambió la vida, pero sí el funcionamiento de mi intestino.

Anónimo dijo...

a mí lo que me cambió la vida fue Utilísima, porque cuando le di la patada al balde hice flor de enchastre, compré todo lo que "no tiene precio con mi Mastercard" y me llegó un resumen de la p... madre, caminé en medias por florida para probar mi Ace y me quemé con un faso, mi abuela es dueña de su casa y sin embargo no toca la batería. No sé, tal vez lo que te cambia la vida es la tele y no los productos, no?

Anónimo dijo...

sole soy esteban y con este me cagué de risa
sigo leyendo los otros