23.10.07

Lost things.

Una de las cosas que más me hizo dar cuenta que el proceso de crecimiento ya era irremediablemnte inevitable fue cuando perdí lo más lindo que tenía y que no sabía que lo tenía, como todo.

Dejás de creer en el ratón pérez, en papá noel, en los reyes magos, en qué mas?

Digo, en el momento en que lo descubrí me sentí reeee piolaaa mal. Soy una genia, ya no me pueden engañar más! Pero después me di cuenta que quería volver a pensar en papá noel. Qué es dios sino un gran papá noel al que le pedimos cosas, favores, le escribimos "cartas de agradecimiento o pedidos" llamadas oraciones. No es más que eso. Peor aún, es darte cuenta que ya ni siquiera podés creer en un dios. No creés. No creés más. No sé, me di cuenta que no vasta ahora todo eso, que necesito otro papá noel que sea distinto al de todo el mundo y con otro nombre. Y que te queda? Y, te queda creer que ok no es un "dios" como lo llama la tercera parte del mundo pero "es algo superior a nosotros". Ese creo que es el afán por aferrarse.

He perdido tantas, cientos, miles de cosas. Perdí el regalo de mi primer novio en un colectivo, perdí el vuelto de los puchos que era el billete más alto y por eso me perdí mi primer excursión al planteario. Perdí momentos increíbles que me los cuentan y me quiero morir. Perdí grandes oportunidades, perdí cada vez que elegí, sigo perdiendo cada vez que elijo. Sí, claro, pierdo y gano, sino no elegiría eso, pero pierdo algo que no sé que es. He perdido liquidaciones increíbles!!! De esas que decís: "pero que pelotuda!!! Seguro que había por lo menos 6 de mi talle y me perdí las 6! Ma´sí, me queda grande pero sólo yo lo sé... me la llevo."

Y así, me he sentido triste por tener la primer cosa que estaba totalmente "in" en la secundaria, un pañuelo azul con arabescos, y lloré todo el día. Terminé en rectoría explicándole al Señor Rector que no quería que me compre otro, que quería el mío. Sí, sí, en secundaria, en primer año, y qué? También escuchaba a Montaner y me copaba. Qué tristeza sentía ese día. Había ahorrado para poder comprarme mi pañuelo re in azul de arabescos y lo perdí (así como también la posibilidad de pertenecer a algún grupo social, no?).

Perdí que mis papás vivan juntos para siempre. Perdí dos abuelos. Perdí el bondi varias veces. Pero nunca, nunca, nunca, nunca me sentí tan hondamente triste como el día en que me di cuenta que había perdido eso a lo que sin darnos cuenta buscamos aferrarnos y ya es irrecuperable: la inocencia.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Mirá que me hiciste pensar...si tengo que enumerar lo que perdí necesitaría varios tomos!!, con decirte que hace 15 años decidí no usar más carteras ni paraguas, me cansé de dejarlos por todos lados ( si encontraste uno alguna vez, seguro era mío ). No sé si perdemos del todo la inocencia..yo creo que algo conservamos, viste cuando alguien te dice : -¡Pero no seas tonta!,es porque fuiste inocente...

El Analista dijo...

hace rato que me da vueltas por la cabeza escribir algo al respecto, me sentiría muy honrado si me permitís copiarlo, con los vínculos y la mención correspondiente a vos o ver la forma de referenciar a este posteo, o algo mas o menos en ese estilo, gracias.

Aire dijo...

Hola, por lo general no dejo comentario en los links que no conozco hasta conocerlos mejor pero sinceramente esta publicacion me dio una PEEEENA... suscribo todo lo dicho.. perdi tannnnto como tu y tan valioso pero nada se compara con la inocencia...
y si la buscamos??... noooooooo mejor asi ya no!!!... pero igual duele porque todos lo perdimos :(
Un saludo!!!

Anónimo dijo...

Te comprendo. Como le decía al analista en su blog, nunca olvidaré el impacto al enterarme quién era papá noel y quién el niño Jesús. Ese día dimensioné el mundo de manera diferente porque como dices tú, perdimos la inocencia.

Un abrazo gigante deste Colombia!

Anónimo dijo...

La "Inocencia" debería pertenecer a la familia de palabras, como ser: Niñez, Adolescencia, Adultez y Vejez.
O mínimamente, que en su significado, "Ella" tenga su renglón...