7.5.07

De generación en generación?

La cantidad de cosas que cambian de una generación a otra son casi infinitas o inabarcables.
Primero porque algunas cosas no son cuestión de generación sino de la dimensión con la que se perciben las cosas y segundo porque muchas veces también entran cuestiones de personalidad.
Pero, hoy apunto a las cosas que me fui dando cuenta que cambiaron:

- Son cada vez menos las mujeres que aceptan llamarse con el apellido de su marido, perdiendo presencia el propio. Mi madre solía firmar y agregar en letra legible "de Fernández Podestá". Es decir, que su firma era una especie de pergamino interminable porque su apellido es "Mangudo Escalada" (sanisidrense hasta la médula). Por suerte, mis hermanos y yo decidimos quedarnos fuera de la "guía azul" y toda esa sarta de elitismos sin sentido.

- Son cada vez más las mujeres que conozco que no quieren tener hijos. Esto es para destacar. Porque, más allá de que probablemente alguna vez los terminen teniendo, lo que me llama la atención es que se lo planteen como una posibilidad cuando a la generación de mi madre dudo que se les haya cruzado. Su educación era para casarse y tener hijos.

- Es mucho mayor la cantidad de padres que bañan a sus hijos, les cambian los pañales, van a las reuniones de padres y realizan los quehaceres de la casa.

- Es mucho mayor la cantidad de madres que trabajan "todo el día", y son ejecutivas importantes con grandes salarios incluso hasta mayores que sus maridos.

- Es mucho mayor la cantidad de hombres que rondan los 30/35 años, son solteros y no son gays. Antes a los 22/25 ya eran padres.

Leer el cuento completo

- Es mayor también la cantidad de jóvenes que alargan su adolescencia y viven con los padres hasta los 30 años o más, o menos. Antes se casaban a los veintipocos y a otra cosa.

- Es mayor la cantidad de parejas que se divorcian habiendo transcurrido muy poco tiempo de casados. Antes eso era inaudito, un horror.

- Y ni hablar de la cantidad de parejas jóvenes que se mudan a vivir juntos al poco tiempo de novios.

Creo que somos la consecuencia de mucha represión pasada y que nuestra necesidad de libertad de a ratos se transforma en un libertinaje necesario pero también con necesaria fecha de vencimiento, al menos para mi gusto.
Las mujeres dicen que no hay hombres.
Los hombres están hartos o fascinados de las mujeres que "encaran".
Las mujeres se indignan de que los hombres quieran todo en la primera cita. Perdón? Si el "sí" siempre lo tuvimos nosotras y hubieron muchas que lo dieron rápido, de qué nos quejamos?
Las mujeres se quejan de que quedan pocos caballeros que nos abran la puerta, nos inviten cada una de las salidas y sepan "esperarnos".
También es cierto que ya no hay hombres que "luchen" por el amor de una mujer. Ahora, "si va va y sino a otra cosa".
La infidelidad pasó a ser moneda corriente y ahora "depende".
Antes la mujer DEBÍA ser "difícil". Ahora, es cada vez más fácil hacerte la "difícil" porque hay mucho "fácil". Los parámetros cambiaron. Lógico, no?
Yo lo que opino es que hagamos una tregua. Podrán irse las mujeres fáciles al norte y las difíciles al sur? Y así el mercado del amor es más ordenado. Los que quieren historias ligeras van al norte y no juegan con mujeres del sur. Y las mujeres del norte juegan con todos los que quieran menos con los que están en el sur.
No, imposible, el mundo sería TAN aburrido. Existiría menos sufrimiento y, por lo tanto, aprenderíamos menos.
Pero digamos la verdad, hay un momento en el que ya no queremos aprender más nada.

En fin, hacía tiempo que no me aburría tanto con un post.
Estar al pedo es lo peor que te puede pasar después de estar con mucho laburo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nooo!!! ¿cómo vamos a separar a los fáciles de los difíciles? No nos destacaríamos, nena!!!! that's what makes us so fuckin' special.

Anónimo dijo...

Me puedo chorear lo de q unas van al norte y otras al sur? Me interesa...

Anónimo dijo...

que vuelvan las mujeres a la cocina. Encima ahora se les da por escribir blog´s...