19.5.08

Son ESOS momentos

Casi no dormí. Salí el viernes. Volví 5.30 y 8.15 am del sábado estaba arriba de un auto camino a la perdición. O al encuentro. O a la nada misma. O a todo al mismo tiempo. Genial. No más palabras para describirlo. La receta? Ganas, el resto viene solo.
Estaba ahí y me decía: "yo quiero hacer esto muchas más veces en mi vida, pero cada tanto." Y después reflexioné: "por qué cada tanto? Todas las veces que pueda!"
Lo recomiendo. Hagan lo que sea necesario. Y si logran llegar a ese punto en donde pueden estar sacando fotos durante cuarenta y ocho minutos a la misma cosa, con o sin vida, you did it!
El concepto ociosidad en su máxima expresión. Ah, sí claro, perdón, me olvidaba de los más importante: dos personas con la capacidad de reírse de sí misma y de vos en partes iguales. Repito, en partes iguales. Esa es la fórmula perfecta. Believe me, existe.
Lo lúdico en la ciudad tiene ese sabor a culpa que no logro descifrar. Alejarte y pensar en lo que pensás cada tanto, pero todo, todo junto en la misma conversación. Silencios. Música desconocida y algún que otro hit. Y la puta que tienen razón, somos todas iguales, en el fondo, somos todas iguales. Cuánto tiempo perdido sintiéndome o buscando sentirme única, diferente. Todo esto pensaba durante las primeras horas. Pero con el avanzar de lo imparable, descubrí que no solo somos todas iguales, sino que somos todas iguales y buscamos distintas cosas. Son distintas cosas? Mmmm. Lo voy a pensar un poquito más. A ver... No, no son cosas distintas. Pero sí tengo un descubrimiento. El ser humano y la caja negra de un avión tienen muchas cosas en común. Sólo que en el primer caso, la única persona que tiene acceso es uno mismo, nadie más, y hay que animarse. No. Ese no es el descubrimiento. El descubrimiento es que me revelé a mi misma que me encantan maallll las remeras con manga princesa! Estoy re contenta. No hubiera sido un fin de semana perfecto si no hubiera ido de shopping!
Pensemos menos. Pensemos menos. Inventemos más. Usemos lo trillado. Lo trillado con el tiempo se vuelve inevitable, no esperemos lo inevitable, yo le gano de mano, yo odio y amo lo trillado, depende el contexto. Todo depende del contexto. Si no existiera habría menos personas en las revistas que se hacen famosas con frases sacadas de contexto. Ahora que lo pienso, este fin de semana faltaron revistas de chismes. No importa, estuvo Maitena y eso es superior. Pero, en serio. Unamos todo. Pensemos menos y disfrutemos más. Cuándo? Easy. Cuando el contexto te lo esté diciendo. Cuando te sientas fuera de contexto. O cuando seas parte del paisaje. Si te prestás atención cada tanto, relax, te vas a dar cuenta. Son esos momentos.

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