Complicada como siempre.

La necesidad de escribir, de dónde surgirá?
De los dedos que se ven gordos y quieren hacer ejercicio? Y, no. Claro que no, si escribir es algo que se inventó hace un montón (que buenas que son las palabras abarcativas, me salvan casi siempre). Pero puede ser mi caso porque ahora escribo en "ordenadores". No, pero igual. No vas a ningún lado por ahí Soledad. Cambiá de tema que nos baja el rating!!! Decí culo, decí culo! No, no. Mejor decí carne. Ahora en cualquier canal y a cualquier hora decís carne o campo y sube el rating, porque el tema está de moda. Bueno, "de moda", es el tema del momento acá en la Argentina. Es más, el otro día fui a una parrilla y la camarera tenía una escarapela puesta y me hizo reflexionar sobre el día de la fecha solamente para descubrir que en mi calendario mental nada decía sobre fechas patrias o símiles. Entonces le pregunté: "y esa escarapela?" - "Ah! Es porque estamos con el campo." Pero mirá vos, pensé. Mirá mi viejo.
En fin. Entonces? Cómo voy de rating? Dije campo y carne varias veces, varias contando éstas últimas. Y si digo Marianela? Si digooo, emmmm... digooo Silvia Suller? La Suller siempre garpa. Esa mina, yo estaba pensando el otro día, esa mina se inventó sola, o se sostuvo sola su propia fama, o no sé, pero esa mina es una genia. Ahora, nunca una genia me dio tanta lástima. Pero lástima bien, eh? Lástima de las de ese tipo que digo pobre con o no con a. Con a es paaaaaaaabre, es "no da", es Silvia Suller en la tele. Pero con o, es la Suller sola, en su casa, mirándose al espejo, viendo envejecer su cuerpo todo él y encontrándose... culo! Están ahí? Emmm, Tinelli! Suar!!! Andy? En fin, emos, floggers, amazing, no puedo creer el protagonismo de las tribus urbanas de hoy. Debe haber sido lo mismo con los hippies. Ah! Ya sé! Con esto subo el rating: marihuana! Legalización! La hija de maradona embarazada. A la pipetuá! Eso quería decir, amo la expresión "a la pipetuá!". Viste? Así somos las mujeres, damos vueltas pero siempre, al final, a la final, siempre decimos lo que queremos decir, creamos un contexto imposible y sinsentido, pero siempre terminamos diciendo lo que queremos decir. Qué quilombo que hice. Y séh, sigue siendo domingo y sigo siendo sole.