20.11.12

F.T.A.

Sabía que hacía rato que no escribía en el blog, pero no sabía que hace CUATRO meses que no escribo nada! Cómo se pasan ellos, tan preciados, añorados y odiados, ellos, los segundos. Y de repente, al notar que hace rato que no escribo me doy cuenta de que no fue porque no se me ocurrió nada sino porque no me pude decidir por escribir sobre algo. Tengo unos cuatro o cinco textos en borrador. Borrador quiere decir pasado indefinido? Porque es un borrador pero existe. Existe porque se empezó algo que nunca se terminó. Que nunca se haya terminado podría estar relacionado con el futuro. Calculo que sí. Ahora, hoy leí un subtítulo con la tele en mudo, donde una señora bien mayor, bien entrada en años, le decía a una veinteañera: "El tiempo no existe. Ya te vas a dar cuenta. El tiempo es un presente perpetuo." Wow! o Guau! Qué frase, no?! Me quedé pensando en esa frase y pensaba en la cantidad de cosas que digo que son ambiguas, que valen para varios lados. Que las puedo desdecir o tergiversar porque lo cierto es que la mayoría de las cosas que digo son relativas. Y lo también cierto es que, como no hay verdades absolutas, la vida misma termina siendo una gran subjetividad. Y eso me lleva a pensar en: cuánto de cierto hay en que este blog es un recreo y no me importa que me lean.... Y... lo que pasa es que escribir para mí o que me lean significan cosas diferentes. Este lugar es un recreo para mí. Un desagote. Tengo mis exigencias internas pero no escribo para nadie más que para mí. Porque lo que más me deja esto es el ejercicio de escribir. Sin tácticas, sin técnicas ni estrategias (serán las tres cosas lo mismo?); sino un fluir de palabras en mi cabeza que en este espacio se materializan. Y es realmente fascinante tener un lugar en la red que no me ocupa lugar ni puedo perder y que tengo escritos de hace más de seis años. Me fascina leerme. Me corrijo mentalmente mientras leo, me avergüenzo de cosas estúpidas que escribo, me rio de cosas que pensé. Es como ser un testigo de uno mismo. Las personas que escribimos estamos dejando testigos de cosas que pensamos y los años te van cambiando y te recuerdan quien eras y quien sos actualmente. O tal vez lo coherente que seguís siendo con ciertas cosas o la evolución de ciertos prejuicios. Por eso, la indecisión de seguir explorando ventanas (borradores) en vez de abrir la puerta y salir a jugar, es válida, porque uno quiere leerse en diez años y encontrar cosas cada vez más interesantes, pero... hoy no va a ser el caso. Hoy, abrí la puerta y salí a jugar. Fuck them all.

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