10.2.09

Pobre cerebro

Creí que estaba bien. La primera semana no entendía absolutamente nada. La tercera creí que tenía todo bajo control. Que nada cambió realmente. Sentía que estaba viviendo en este lugar hace dos años. Y a los dos meses de esa sensación mi cabeza está realmente lo que se dice PERDIDA. Después de tres meses de estar acá, olvidarme la billetera en un lugar y perder 300 dolares. Olvidarme la cartera y perder 80 dolares. Y provocar una oista de cosas cuasi infinita de este tipo de cosas, cosas que hice del modo equivocado por estar tan... tan... tan qué? Tan desorientada? Tan desencontrada? Tan relajada? Vaya uno a saber.
Mudarse de país y de gente y de trabajo y de vida y de casa no es algo que uno pueda definir como fácil. Incluso si eso era lo que estaba buscando lo encontré. Porque lo era. Porque lo es. Me encontré y sigo encontrando con todos los obstáculos que estaba buscando. Creo que me gustan mucho los obstáculos. Porque necesito "logros", desafíos, cruzar líneas, luchar, lidiar, pensar, reflexionar, teorizar y sentirme incómoda. Mi vida en Buenos Aires estaba tan organizada y cómoda que se volvió desorganizada por decisión propia, por causa del aburrimiento tal vez.
Lo opuesto de "creí que estaba bien", no quiere decir que estaba mal. No quiere decir que ahora esté mal. Tengo cierta felicidad interna por tantos cambios, mi personalidad, mi esencia esta como emocionada. Pero la cabeza no puede manejar tantas cosas a la vez. La omnipotencia existe para definir estos casos. Y el orgullo también. Hoy, después de dos veces de perder la cartera, me la volví a olvidar en la cafetería del trabajo! La podés creer? Mi orgullo me hizo cara de "what a fuck?!" Ayer dormí sin traba en la puerta de mi casa y lo descubrí esta maña cuando salía para el laburo; y eso que me asusta todavía un poco este lugar. Es tan viejo que de noche siento ruidos que no sé de donde vienen y creo que alguien está entrando a mi casa. Dónde está mi cabeza? Adónde viaja? Dónde se creerá que está?
El choque entre lo que tenía, lo que ya no tengo, lo que tengo y lo que podría tener es uno de esos grandes choques, estruendosos, algo grande. Es algo que está bueno. El otro día alguien decía, "cuando era más chico solía tener muchos viajes mentales. Estaba manejando y mis pensamientos se iban a no sé dónde. O me concentraba tanto en eso que me olvidaba que estaba manejando y me preguntaba "cómo llegué sano y salvo acá si acabo de diseñar en mi cabeza cada centímetro de la casa que me voy a hacer cuando tenga la plata?"" A mí me pasa mucho eso. Creo que por eso mi vieja siempre me decía "Vos vivís en la luna. Me escuchás alguna vez las cosas que te digo?" Yo sigo viajando. Qué bueno, no? (qué caro también)
Por lo visto, gente más grande dice que eso se acaba. Y si eso se acaba qué empieza? Porque eso es ley. Termina algo pero empieza otra cosa, no se discute. Circulos, ciclos, conjuntos de sistemas, eso somos.
Creo que por eso escribo. Cuando escribo me voy, desaparezco. Pero al menos cuando termino sé dónde fui, no? Por qué necesitamos saber todo? Yo ya no necesito saber todo. Yo ya me relajé. O sea, no necesito saber TODO. Necesito saber cosas. Los seres humanos necesitamos certezas, aunque la certeza sea "no tengo idea adónde estoy yendo pero acá voy."
Por un momento pensé "qué cosa tan aburrida que estoy escribiendo". Acto seguido: "este es tu blog, acordate, podés escribir lo que quieras." Ya me siento "feliz" de nuevo. Se aburrirá mi cerebro de las charlas que mantengo con él? Creo que mi cerebro odia las comillas y antes que usarlas prefiere definir las cosas de otra manera, o con sinónimos o términos mas precisos. Pero quién está del otro lado? Yo. Pobre cerebro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Brilliant.

Anónimo dijo...

Insisto. Cómo nos vamos a cagar de risa de todo esto en unos años... Es mucho, todo eso mucho es nuevo, te encaaaaanta hacerte el bocho. Pero, bue, lleguemos a la conclusión que una vez me hiciste llegar vos a mí: widen your perception. (Podés creer que nunca vi la segunda parte!)
Te amo, bitch