29.8.07

El temita de la inspiración

Existe, definitivamente, esa musa existe y no sé dónde está.
Hace tiempo que no tengo algo concreto dándome vueltas de lo que pueda escribir.
Por eso, voy a contar el episodio inédito ocurrido hace minutos en el subte línea D.
Salió de Catedral normalmente. Se paró en Bulnes. Bulnes es la estación maldita. En Bulnes me descompuse una vez. En Bulnes me tengo que bajar para ir al tediosísimo ginecólogo. En Bulnes hay un shopping, mi perdición. En Bulnes algo pasa. Quién fue Bulnes by the way? Ni idea.
Mientras pensaba todo esto los minutos pasaban y la gente se empezó a impacientar. Habló el señor altoparlante anunciando una interrupción. Mucha gente se bajó. Como sabemos el tiempo no se detiene para nadie. Llegó la hora de mi clase de pilates y yo seguía en Bulnes. En Bulnes llamé a Carmen, la parsimoniosa Carmen. Tuve que hacer lo que no quería, cancelar mi clase de pilates. Los lunes y miércoles lo único que espero es que lleguen las diez de la noche, hora en que termina mi día y mi clase de pilates, a las diez y cinco me vuelvo a sentir libre, diosa, una persona constante, que hace algo contra la ley de la gravedad; diez y cinco llego a mi casa. Uffff.
- Gemnasiooo...
- Síquétalmepasaríasconelsectorpilatesporfavor. (chip para cancelar clase de pilates)
-Sí, un momento...
-Holha? (Carmen es de Gualeguaychú)
- Carmen? SoledadFernándezPodestáhablacómoestás?
- Hola Soledhad, bien, bien... (no tiene idea de quién soy)
- Tellamoparavisartequenollego. Estoy en subte que se paró y no arranca y ya van a ser las nueve.
- No lleghás?
-Y... no.
-Bueno, te anoto parha que shecuperes.
-Graciasunbeso.

En eso alguien empezó a golpear la ventanilla. Y otro, y otro y se armó un tole tole al son de Incubus "nice to know you" en mi ipod. Unos con las manos, otros con los pies y yo sosteniendo mi supercartera con calzas color rosa chicle. Sí, rosa, me le animé al rosa.
La gente se amotinó más y más, se reían e insultaban al conductor, una situación peculiar por demás. No estaban enojados. Querían asustar al conductor y lo lograron. Yo? Yo sentía que estaba en el cine justo en ese momento en que empieza la película y la gente empieza a chiflar por mí porque todavía no se apagaron las luces.
Pasaron más de treinta minutos y la gente empezó a "agitar" de nuevo. Finalmente, arrancó el subte.
Se volvió a parar en Carranza. No pasaron dos minutos para que la gente, ya viciada y casi divertida con la situación de sentir que tenían el poder, empezara a golpear de nuevo. Algunos se bajan, se escucha ruido de un vidrio que explotó. CHAN!, pensé yo. Pero miro a la gente y estaba riéndose!?!?!? Arrancó de nuevo. Como suele suceder en este tipo de situaciones donde todos quieren lo mismo, llegar, los pasajeros empezaron a dejar de serse desconocidos entre sí: charlas, indignaciones, risas, comentarios y al grito de: "Dale rata!!!" El subte llegó a mi punto de llegada: Juramento. Subí los escalones de a dos para suplantar mi clase de pilates y mi día fue el mismo. Llegué a casa diez y cinco.
Esta vez no hay conclusiones, esta vez fui observadora pasiva. Es más, creo que lo leí en el diario más que haberlo vivido.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sole !! La musa si existe... Y la encontraste..!! Estaba en el subte... entre toda esa gente enardecida. A veces las cosas estan justo delante de nuestros ojos... sin embago no las vemos. Buen post. avanza 3 casilleros.

El Analista dijo...

Cosas asi hacen que buenos aires sea una ciudad turistica por exelencia, turismo aventura claro, el extranjero que sobrevive lo hace despues en cualquier lado

Anónimo dijo...

Yo viajé en el tren con un superhéroe. Tenía una capa y capucha rojas. En la cabeza, llevaba unas antenitas, obviamente, bien coloradas haciendo juego con el resto del atuendo. Parece que se trataba de un superhéroe a punto de jubilarse porque tenía unas gafas muy grandes con cristales bien gruesos para ver mejor. Ya no se viaja más como antes...
Ah, si no me creés, preguntá por "La Teacher". Ella te puede mostrar una foto que captó con su celular.