La EspontaneidaT honrada

De todos los adjetivos calificativos que puedan pertenecerle a una persona, ser espontáneo/a es uno que si me lo dijeran no me quejo. La espontaneidad ¿va desapareciendo en la vida de una persona con el paso del tiempo? Porque ponele que una persona de 67 años que dice un domingo tomando mate: "y si nos vamos a Mar del Plata? Ya, ahora, agarrá dos trapitos y una campera que nos vamos." Esa persona ¿es espontánea o es una loca? ¿Cómo se llama la espontaneidad después de cierta edad? ¿Locura? ¿Ausencia del sentido de la ubicuidad?
Me parece interesante como a medida que pasa el tiempo las cosas que antes mencionábamos con un término, hoy exactamente lo mismo es otra cosa. Pero especificamente lo espontáneo. Especificamente eso. Es como ver una anciana bailando twerking o reaggeton, no sé. Se ve como raro, como forzado porque ya no tenemos la misma gracia, el cuerpo no responde igual, es biológico. Con lo espontáneo lo mismo, las personas te ven espontánea pero no te dicen: "qué espontánea", te dicen: "y... esta medio loca". Bah, no sé, o definamos "espontaneidad" y definamos "locura". O sea, delimitemos porque si no yo estoy hablando de pan y Uds. de morrones. Por ahí la locura contiene a la espontaneidad. Es decir la locura requiere cierto grado de espontaneidad. ¿O sería al reves? La espontaneidad requiere, exige tal vez, cierto porcentaje de locura. De cualquier modo, qué aburrido crecer, chicxs. Las actitudes cambian de nombre, todo se pone serio y sino bordea lo ridículo. O sea, qué cómodo y qué paz da pertenecer, pero qué chato se vuelve lo social cuando se trata de envejecer. La mala palabra de la era: vejez. Siento involución, huelo a teorías vetustas -no, ni siquiera- huelo a humedad, me gustaría perder el olfato cerebral. Por qué tanto miedo a envejecer. ¿Es la enemiga de la espontaneidad? Y por qué George Clooney envejece bien y Michelle Pfiffer ya es una vieja. O sea, he escuchado decir: "antes me gustaba Pampita, ahora esta hecha mierda." Qué??????? Vayanse todxs a la recalcada estética social rompementes de la lora. Ahora ni siquiera me precocupa si a la espontaneidad le llaman locura. Ahora sé un poco más quien soy en esta sociedad repleta de cárceles mentales que oprimen nuestra belleza y evolución natural bastardeando el paso de los años como una sentencia a la desaparición del mercado. Hoy soy una vieja loca, y a mucha honra.