28.7.09

Una vez más

Se despertó sin ganas de hacerlo. Lamió sus labios como un acto reflejo y experimentó el sabor al vino con aroma a olvido de la noche anterior.
Un día más. O uno menos. Algo que nunca nadie sabrá. Es una cuestión de decidir dónde pararse y darle para adelante y eso, es según el día.
Se preguntó que día era deseando que fuera sábado porque ya eran las 11 de la mañana. Sino era sábado, una vez más, se había quedado dormida. Dejó correr los segundos, le dio tiempo a su cerebro para contestar esa pregunta... nice, era sábado.
Qué tal un joy ride, qué tal un viaje por la ruta, escuchando música y llegando a algún lugar desconocido. Qué tal?
Agarró el inflador y, finalmente, decidió inflar las ruedas. La venció la inutilidad y se preguntó en qué momento se habría olvidado cómo se inflan las ruedas de una bici. El procedimiento es bastante simple, embocar y soplar. Nada, che. Las ruedas quedaron más desinfladas. Pensó en caminar. Mandó un mail de trabajo. Recibió una llamada que casi no atiende, pero atendió. Colgó. Miró el techo por unos minutos preguntándose, una vez más, cuánto tiempo podría entregarse a la simple actividad de mirar el techo de madera con ya bastante vida útil. Sintió la pava silbar y recordó que iba a hacer mate. Un mensaje de texto. Una chat. Tres mails. Un par de cosas que van al "cart" de alguna web de ropa, sin checkout. Alguien toca bocina. Toma el ascensor con intenciones muy positivas. Baja la ventanilla del auto, prende un cigarrillo para quien conduce y otro más para ser fumado a la par. Llegan. Pasean al perro por el parque. Se encuentran con amigos. Caminan. Caminan. Caminan. Ya se hizo de noche. Mensaje de texto. Un lugar. Una hora. Una ducha. Ropa prestada y... "acá, es acá." Bajan una escalera y se abre un panorama agradable de gente vestida cada cual con su estilo y haciendo vibrar los músculos al ritmo de música vieja, pero vieja en serio. Vieja pero genial. La gente se movía libremente. Una cerveza. Dos. Yo invito. Llegan más amigos. Jack&Coke. Baile. Patio. Cigarrillo. Habitaciones y departamentos crecían alrededor. Charla, miradas, miradas buscadas, desinteresadas, de todo. Cierra la noche, números que se dicen con desconfianza y una sonrisa pícara. Casa. Música. Cerveza. Más música. Traje de baño. Auto. Música. Cama. Starbucks. Aaaaaaaaah, ruta...
Una vez más, recordó por qué quería crecer, para que nadie le cuestione lo que tiene ganas de hacer. Sintió una puntada en algún lugar clichetero de su cuerpo, bajó los ojos, recordó, y se entregó a la ruta diciendose a sí, "si esto es el mientras, qué carajo vendrá después?!" Miró por la ventanilla, se criticó mentalmente, y cambió la música:

http://www.spike.com/video/st-jimmy-green-day/2682806

1 comentario:

luzbelito nostálgico dijo...

buh! suena muy divertido y yo no estuve!!!!!!! cómo se extraña nublar los sentidos con vos, bitch!
Love u!